clases de yoga

domingo, 1 de mayo de 2016

Mudras


Mudra es un concepto con muchos significados. con la palabra "Mudra" se hace referencia a un gesto, a una posición mítica de las manos, a un sello o a un símbolo. Pero también hay posiciones de los ojos, del cuerpo y técnicas de respiración que reciben el nombre de mudras. Estas posiciones simbólicas de los dedos, de los ojos o del cuerpo permiten representar de forma plástica determinados estados o procesos de consciencia. Y a su vez, cada una de esas posiciones concretas puede llevar a los estados de la conciencia que simboliza.


El funcionamiento de los mudras es complejo y tiene profundas raíces en la medicina tradicional de la India, el Ayurveda y en las prácticas más antigua del Hatha Yoga y del Tantra. Físicamente recorren a los canales energéticos del cuerpo (nadis en el yoga, meridianos en acupuntura) y en las zonas reflejas que encontramos, sobre todo, en las palmas de las manos y los dedos. 
Nuestro cuerpo funciona de forma holográfica, de modo que, en un pequeño segmento se contiene el todo, al igual que en el ADN de cada una de nuestras células encontramos la información que constituye nuestro cuerpo físico entero.
Actuando sobre determinados puntos mediante un gesto, una respiración y/o una visualización repetida, los mudras son capaces de reequilibrar el cuerpo-mente e influir sobre nuestros hábitos y estados mentales.



MUDRA DEL SER INTERIOR


Unir las puntas del índice, el dedo medio, el anular y el meñique y los pulpejos de las manos. Los pulgares deben quedar juntos y recorrer el "camino" hasta tocar las puntas unidas de los meñiques. Por debajo de las puntas de los meñiques se forma una cavidad vacía a través de la cual brilla la luz. Esta abertura simboliza la fuerza del corazón por medio de la sabiduría divina. En cada persona la abertura es distinta. Sophie Rodelli, que desde hace muchos años se dedica de manera intensiva a trabajar con los ejercicios y posiciones de las manos, dice al respecto: "Este mudra simboliza el ser interior de una persona, cubierto por el poder corporal, pero aireado de vez en cuando por la felicidad o el sufrimiento, o dirigido por la escuela oculta del hombre interior".

Mantenga las manos en esta postura primero ante la frente, y mire sin bizquear, a través de la obertura todo el tiempo que pueda; luego baje los brazos y mantenga el mudra durante un rato unos centímetros por debajo de la barbilla. Sus manos se encuentran de forma automática justo en el lugar donde según los antiguos misterios está el alma, y es por eso por lo que sus manos forman un templo. Ahora, preste atención a su respiración. Con cada espiración sople con delicadeza "Huuu" y déjese llevar por la pequeña avertura hacia el infinito, el gran misterio.*











*Extraído de Mudras, El poder del yoga en tus manos, de Gertrud Hirschi