clases de yoga

sábado, 17 de septiembre de 2016

CHANDRA NAMASKAR, saludo a la Luna!



Normalmente somos consciente de como nos afectan algunos elementos de nuestro entorno como la temperatura, la luz, el espacio... y también las emociones de los demás, sus palabras, su proximidad o su ausencia. Empezamos a ser conscientes incluso de como nos afectan determinados alimentos, ambientes y objetos... Pero en cuestión de cuerpos celestes la cosa se vuelve peliaguda. Muy pocos afirmarán con aplomo que la retrogradación del planeta Mercurio afecta a nuestra manera de pensar. Sin embargo, quizá no nos resulte tan difícil sentir o entender el efecto del astro más próximo y preferido de los poetas, la Luna.

La Luna es capaz de mover océanos. Ella rige las mareas y muchos otros cursos cíclicos de la vida en la tierra. Y somos un 70% agua; eso quiere decir que cerca de 3/4 partes de nuestra masa física está compuesta por una materia muy sensible a los ciclos lunares, es decir a su proximidad respecto a la tierra según su lugar en la órbita elíptica y a la faz que muestra según la sombra proyectada por la tierra sobre ella. 

Además existen las significaciones energéticas más profundas y que tienen que ver con las cualidades que el pensamiento simbólico, hermético y de muchas otras tradiciones incluida la yóguica contemplan: La luna re-presenta las emociones; el lado femenino; el cuerpo; la madre; la nutrición; el misterio; lo escondido; la receptividad; el aspecto pasivo; el yin; la calma; lo mistico; la pre-cognición... Y normalmente se opone al Sol, que representa las cualidades opuestas. Este par de opuestos está tan presente en el yoga que Hatha, nombre que recibe una de sus principales corriente, significa Sol-Luna (Ha-Tha), siendo Yoga la unión de los puestos o su equilibrio.

En el Yoga existen diversas prácticas, asanas y pranayamas que trabajan sobre los aspectos lunares de nuestro ser, pero quizás el más evidente y que hace más presente al astro en sí es CHANDRA NAMASKAR, el saludo a la Luna, del cual encontramos muchísimas variantes.



En realidad, podríamos decir que CHANDRA NAMASKAR es una familia de KARANAS o encadenamientos de posturas cuyo objetivo es abrirnos a la energía lunar a través de la respiración, la tonificación muscular y el trabajo respiratorio y energético sobre de terminados CHAKRA, en especial ANAHATH, el centro del corazón, pensamientos y emociones, y SVADHISTAN, el centro de la creatividad y el placer. Se trata de secuencias generalmente calmantes y que implican una apertura del plexo cardíaco, combinando extensiones y flexiones de columna a ritmo pausado y constante, como una danza o ciclo contínuo. Algunas varientas trabajan también profundas extensiones laterales.
Lo podemos practicar siempre que haya luna llena o luna nueva o simplemente cuando queramos conectar y hacer presente la energía de la luna en nuestro interior :)