clases de yoga

lunes, 29 de octubre de 2012

Invitación a la meditación...




Mucha gente piensa que la meditación es algo difícil, que requiere mucha fuerza de voluntad, que no está al alcance de todo el mundo, que no “sirve” para nada…
Ahora que abundan los estudios científicos que corroboran los beneficios de la meditación; ahora que cada vez más personas hacen la prueba, conscientes de que la auto-escucha es una herramienta valiosísima precisamente en los tiempos que corren, me gustaría mandar una invitación a sentarse y dejar que la mente se calme, y verdaderamente escuchar, verdaderamente mirar

Meditación no es exactamente una práctica, sino lo que ocurre cuando uno practica. Es el estado al que el yogui se dirige. Se trata de un estado de comprensión y de paz, difícil de expresar con palabras, y que cada tradición comprende de un modo ligeramente distinto, como despertar, iluminación, trascendencia, liberación, contacto con la divinidad… Sea como fuere, vale la pena simplemente ponernos en camino. Cada pequeño paso que demos hacia la meditación tiene una “recompensa” y un sentido inmediato. Si caminamos por la calle y escuchamos nuestra respiración, nos detenemos a contemplar lo que nos rodea en paz, deteniendo el juicio y la comparación, ello sólo ya es un descanso y como una corriente de aire fresco que dejamos pasar a nuestro interior. Cada vez que practicamos, que nos sentamos a dejar descansar la mente y ampliar nuestra visión, generamos una energía muy beneficiosa a nuestro alrededor.
Sólo hay que comprender que no hay ningún objetivo, ningún lugar al que llegar; la práctica comienza en el estar realmente presentes en el presente, sin esperar nada.

Si tomamos nuestra práctica con libertad, con los ojos abiertos y libres de prejuicios, podemos dejarnos llevar, pues, en realidad, la mente no es el enemigo a combatir; la mente es un mecanismo hermoso al que le gusta descansar y aclararse, renovarse. Sólo hay que permitirse salir de los viejos patrones y encontrar el silencio desde donde lo nuevo, lo incondicionado, puede expresarse también a través nuestro.

lunes, 22 de octubre de 2012

SOLTAR




Si en estos días de otoño echamos un vistazo a la naturaleza veremos cómo ella se desprende de lo que ya floreció y ahora quiere reunirse de nuevo con la tierra. Es una invitación a dejar morir en paz el pasado: los hábitos que ya no necesitamos; los objetos que ya no tienen sentido a nuestro alrededor; los viejos patrones… Igual que el árbol que va desprendiéndose de sus hojas una a una, el otoño nos invita a despojarnos, a soltar, porque la desnudez es fortaleza para el invierno. Nos preparamos así para un tiempo de mayor recogimiento.
La naturaleza muda de piel y de colores en un bello estallido, antagónico y análogo al de la primavera, ¿porqué no recibir y expresar también nosotros este impulso? Así recibiremos al frío invierno desde la simplicidad y la paz que crea el liberarse.
El yoga es también un camino a la simplicidad y a la unidad con la naturaleza. Escuchar sus ritmos y sentirlos en nosotros tiene un beneficio extraordinario: nos permite vivir con mayor consciencia y mayor libertad, sintiendo en el surgimiento de lo espontáneo la expresión misma de la Naturaleza a través nuestro, en la cualidad de nuestra energía de cada momento.
 
Propuestas

-  Hacer una buena limpieza: Vivimos rodeados de objetos y mantenemos una relación con cada uno de ellos, ¿acaso no resulta agotador? Seguro que hay muchos objetos de los que nos podemos desprender o a los que podemos dar un mejor uso: ropa, muebles, aparatos…
- Empezar a pasar más tiempo en casa para encontrar espacios en los que interiorizarnos y escucharnos.
- Acercarse a la naturaleza y observar: aprenderemos mucho de la enseñanza silenciosa de los bosques.
-   Conectar con la tierra: podemos sentir la energía de la tierra que nos sostiene mediante pequeñas prácticas de meditación en los centros bajos del cuerpo (sobre todo MULADHAR CHAKRA, el centro raíz), durante nuestra práctica de yoga o en cualquier momento, tratando de conectar con la energía que nos sostiene, en la planta de los pies, en la pelvis… Observar todas aquellas cosas que nos dan sustento: los alimentos, las relaciones con las personas y con el entorno, las creencias profundas.
- También es buen momento para participar en un temazcal (una cabaña de sudar), una respiración holotrópica, bailar, o realizar cualquier actividad que nos ayude a desprendernos de las cargas acumuladas para re-situarnos en el momento presente.


lunes, 15 de octubre de 2012

NADI SHODHANA



Parece que el mundo exterior nos exija cada vez más energía nerviosa. Sea por sensibilidad a la multitud de estímulos a la que estamos sometidos, sobre todo en las ciudades; sea por la herencia de determinados patrones de conducta; lo cierto es que la mayor parte de nuestras acciones son más bien reacciones, y no expresiones de una voluntad libre, como a menudo se las concibe. Si examinamos porqué hacemos las cosas del modo cómo las hacemos, nos daremos cuenta de que hay poco espacio para la acción meditada, para el pensamiento y la expresión libres. Como mínimo, así es vivido por muchas personas.
Encontrar el espacio para descansar la mente, para respirar, para “soltar” las cargas y tensiones físicas y emocionales, es una necesidad para gran parte de la población. Para que la libertad verdaderamente tenga lugar.

El ejercicio del que hablamos esta semana puede ser una herramienta valiosa para encontrar este espacio y este equilibrio, que puede practicarse, o bien de forma aislada, o bien al principio o al final de la sesión de asanas, favoreciendo mucho un estado de interiorización y una mayor serenidad.



NADI SHODHANA

Aunque a menudo se incluye esta técnica entre los PRANAYAMA, pues constituye la base para muchos de los ejercicios de control del PRANA o energía vital, puede considerarse también un SHATKARMA, ya que, en realidad se trata de una técnica de purificación del organismo.
En concreto, consiste en purificar (SHODHANA significa limpieza o purificación) los NADI, que son los canales por donde fluye la energía en nuestro cuerpo.

Mediante una respiración alternada y equilibrante, NADI SHODHANA incide sobre todo en los NADI IDA y PINGALA, los cuales se encuentran a lado y lado (entrecruzándose en algunos puntos significativos) del SUSHUMA NADI, el canal energético central, el cual coincide aproximadamente con el eje de la columna vertebral. IDA y PINGALA representan la energía femenina y la energía masculina, el Sol y la Luna, y, de algún modo, la dualidad que el HATHA YOGA pretende “ligar” o armonizar. No obstante, se trata de un ejercicio muy completo y cuya práctica continuada tiene efectos profundos a todos los niveles del organismo, ya que a través del sistema de NADI se regula y se distribuye la energía que sustenta tanto los diferentes sistemas del cuerpo físico como el ámbito mental.

TÉCNICA

Básicamente consiste en respirar de forma alterna, por una y por otra fosa nasal. Para ello se tapa, sin ejercer presión, la fosa nasal que permanece pasiva con uno o con dos dedos. Se suele utilizar NASAGRA MUDRA: colocando los dedos índice y medio en el entrecejo se podrá tapar con el dedo pulgar una fosa nasal (la derecha si usamos la mano derecha) y con el anular la otra, alternadamente. De modo que una vuelta del ejercicio en su forma más sencilla consiste en:
  1. Inspirar por la fosa nasal izquierda, tapando suavemente la fosa nasal derecha.
  2. Expirar por la fosa nasal derecha, tapando suavemente la izquierda.
  3. Inspirar por la fosa nasal derecha.
  4. Expirar por la fosa nasal izquierda, tapando de nuevo la derecha.
Se suele empezar a practicar realizando diez vueltas y luego se va aumentando hasta veinticinco o más, permitiendo que el ritmo respiratorio sea cada vez más pausado, contando el tiempo que dedicamos a la inspiración y a la expiración y poco a poco ir aumentándolo. Además, es común añadir retenciones del aire, tanto a pulmón lleno como a pulmón vacío, con algunos BANDHA o llaves energéticas, para incrementar los efectos del ejercicio cuando ya se tiene cierta práctica.


BENEFICIOS

- Incrementa la absorción del oxígeno y del PRANA, estimulando a su vez la eliminación del dióxido de carbono y de las impurezas del cuerpo.
-  Ventilación completa de los pulmones.
-  Purificación de la sangre.
-  Regulación del ritmo cardíaco.
- Fortalece y estabiliza el sistema nervioso, tanto el simpático como el parasimpático.
-  Equilibra la actividad de los dos hemisferios cerebrales y de los NADI IDA y PINGALA.
- Disolución de bloqueos energéticos a través de la regulación de la circulación pránica.
-  Reduce la ansiedad y el estrés.
-  Induce a los estados de interiorización, concentración y meditación.
-  Si se practica con BANDHA o KUMBHAKA, se añaden los beneficios de éstos.


CONTRAINDICACIONES

No tiene ninguna si se practica con la intensidad adecuada al nivel de experiencia y no se fuerzan las retenciones de aire


lunes, 8 de octubre de 2012

Detener la mente, sumergirse y mirar





La mente es el resultado del pasado. Toda actividad mental tiene sus raíces en el pasado. La verdad, o la realidad, o la vida, es una cosa móvil, una cosa viva, que es fresca a cada instante, que es nueva a cada instante. Y moverse con ella, entrar en el libre movimiento de la vida –el cual es libertad, el cual es mutación- es algo que no puede alcanzarse a través de una acción de la mente.

Vimala Thakar, ¿Qué es la mutación de la mente?


No se trata de hacer nada; de cambiar nada; de conseguir nada…
La mente es un mecanismo muy bello y complejo dirigido a la acción. Ella funciona siempre en base a la comparación con lo conocido, es decir, en base a la memoria, al pasado: con una velocidad vertiginosa, trae al presente las palabras, las imágenes ya oídas o vistas, lo ya realizado, y trata de encajarlo en el presente para actuar de forma correcta. ¿Pero cuál es la forma correcta para la mente?
Parece que la mente hoy en día sea más conservadora que nunca, parece que esté realmente asustada. Es quizá por esta sobreabundancia de estímulos, de exigencias del mundo industrializado, que la mente se encuentra especialmente agitada, que no encuentra fácilmente la calma, y acude corriendo a los viejos hábitos.
Es por esta referencia constante al pasado, a lo que ya no es porque ya ha sido que a la mente siempre se le escapa la vida, pues la vida es el puro movimiento afirmativo del presente. Todo es completamente nuevo a cada instante.

Lo más asombroso y liberador para la mente es la percepción de que también el yo, el observador, es completamente nuevo a cada instante, de que la identidad es una idea-lastre de la cual es posible desprenderse para mirar desde la simplicidad del estar sumergido en el presente. Aquí empieza el yoga, tal y como lo enuncia el primer sutra de los Yoga Sutra de Patanjali (el más clásico y sistemático tratado sobre yoga):

atha yoganusasanam

Ahora es el yoga.

Yoga es sumergirse en la vida, en el movimiento siempre presente, sin tratar de detenerlo. Y la meditación es precisamente este contacto directo y libre con la vida que se produce cuando la mente está en silencio.