La acción de algunas asanas,
respiraciones y cadenas de movimientos sobre los órganos internos, así como la
atención y sensibilización de los mismos nos ayuda a descongestionar el
abdomen, dar movilidad al diafragma y mejorar la calidad de nuestra respiración.
Así revertimos los efectos perjudiciales de la gravedad sobre el conjunto de
nuestro organismo, evitando la sensación de pesadez física y psíquica.
Las posturas que nos ayudan en
este sentido son las inversiones, como SARVANGASANA o SIRSASANA, las cuales es
importante practicar tras una buena preparación y, si se es principiante, con
ayuda del/a profesor/a. También son de gran ayuda posturas más básicas como
ADHO MUKHA SVANASANA (pirámide o perro boca abajo) y sus variantes, y en
general aquellas posturas en que la pelvis queda más elevada que la cabeza. El
Saludo al Sol (SURYANAMASKAR) es una buena práctica apta para principiantas si
se hace con atención y cuidado, que también tiene un efecto liberador y
tonificante.
Tras la práctica de estas posturas
es necesaria una recuperación y un descanso para sentir y asimilar la ola
energética que produce la descongestión, dejando que la respiración fluya
libremente.