Normalmente se
entiende por sadhana la práctica
diaria, por lo común a primera hora de la mañana y/o a última hora de la tarde,
de asanas, pranayama y meditación; aunque puede haber sadhanas únicamente meditativas, o más físicas, o que incluyan
otras técnicas más devocionales como el canto de mantras; más introspectivas o
más contemplativas.
La gran variedad
de posibilidades que tenemos a la hora de construir nuestra propia sadhana es uno de sus aspectos más
potentes de la misma. Y es que, no es tan importante lo que hagamos como el
lugar desde donde lo hagamos, es decir, el modo como nos disponemos a practicar
y a incluir el yoga en nuestra cotidianeidad.
Si no llevamos
mucho tiempo practicando será mejor acudir a nuestro/a profesor/a para que nos
oriente y nos proponga una sadhana
adecuada a nuestras características y a nuestros objetivos. No obstante, día a día,
durante nuestra práctica, deberemos mantenernos atentos y abiertos a lo que
pueda ocurrir, ya que la sadhana
brinda un espacio para escucharnos y dejar que nuestro cuerpo-alma se exprese
en libertad, y ello es quizá lo más valioso de la experiencia, que cualquier
cosa puede ocurrir...

De este modo podemos tener en cuenta nuestra constitución (dosha), nuestros puntos débiles y puntos fuertes; el día de la semana; la estación del año; la hora del día… Todo ello nos ayudará a que la práctica sea enriquecedora y nueva cada día, a mantenernos atentos, pues no somos nunca exactamente los mismos y cada instante es una oportunidad, una renovación, una puerta, un reto, una afirmación, una inspiración, un nacimiento, una muerte, una exhalación, una visión...
Abrirnos a cada
instante es el yoga y la sadhana se
extiende a cualquier momento que vivamos con plena atención, con plena
consciencia y en plena libertad.
Un blog molt interessant!! Namasté!
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