El suelo pélvico o periné es un
conjunto de músculos dispuestos en capas, situados en la parte de abajo de la
pelvis.
La pelvis tiene
forma de recipiente abierto y su contenido son órganos vitales del cuerpo como los
intestinos, los órganos sexuales o el sistema urinario. Una de las funciones
principales del suelo pélvico es actuar de “tapa” inferior de este recipiente,
sosteniendo así las vísceras.
El suelo pélvico actúa en multitud de
situaciones cotidianas como subir escaleras, correr, toser, cantar… Además de
aguantar el contenido del abdomen, actuando en sinergia con los músculos abdominales y de la espalda, encontramos los músculos que corresponden a
los diferentes orificios o esfínteres que regulan el paso hacia el exterior.
El suelo pélvico de un hombre y de una
mujer es bastante diferente. El de la mujer presenta una estructura más
abierta, pues, en determinado momento, ha de estar preparado para el parto, y
tiene más orificios. Es por este motivo que puede verse debilitado (de por sí
se trata de músculos bastante potentes) si no se trabaja y se gana consciencia
de la zona. Además, algunas prácticas deportivas intensas como la gimnasia
deportiva o el ciclismo, pueden perjudicarlo seriamente.
A todo esto hay que añadir que se
trata de una zona que durante mucho tiempo fue tabú. Ha sido deliberadamente
olvidada por los prejuicios de la moral y, en consecuencia, se ha producido una
des-educación y falta de cuidado que puede acarrear ciertos problemas de salud
como prolapsos (desprendimiento de alguno de los diferentes órganos que
contiene la pelvis), pérdida de elasticidad, estreñimiento, pérdidas de orina
etc. Problemas que afectan tanto a hombres como a mujeres.
En el yoga existen técnicas muy
antiguas que actúan sobre el suelo pélvico, mejorando el funcionamiento de los órganos
internos y evitando la pérdida energética que puede producirse por una excesiva
atracción de la tierra. Estas técnicas, como el MULABANDA, que consiste en la
contracción y retracción del ano, o el ASVINI MUDRA, que combina una
contracción de todo el suelo pélvico con un movimiento de presión en sentido
contrario, se realizan junto a ejercicios respiratorios y de control de la
energía (PRANAYAMA) o para reforzar el efecto de determinadas ASANA (posturas).
Además, el yoga comprende que, entre
el ano y los órganos sexuales se encuentra MULADHAR, el centro energético raíz
que nos conecta con la tierra y con todo aquello que nos da forma y sostén, y
dónde, según algunas tradiciones, reside la KUNDALINI, que es la energía
que debe ser despertada para que suba hasta la coronilla, produciendo la
“iluminación” o “despertar” de la conciencia.
Vale la pena reconsiderar la
consciencia y el cuidado de nuestro suelo pélvico para mantenernos sanos y en
equilibrio, previniendo futuros problemas de salud.
La exploración y el trabajo en el
suelo pélvico propuesto por diferentes técnicas, como el programa de Periné en
Movimiento de Blandine Calais-Germain, o el mismo yoga, son, además, una
oportunidad para realizar un pequeño viaje hacia lugares que nos conectan con
la tierra, con nuestra feminidad o masculinidad, con la energía primordial que
nos mueve, con el instinto y con la pulsión vital.
Cursos y talleres de Periné en Movimiento y feminidad consciente:
Ejercicios Kegel para las pérdidas de orina: