Hay algunas recomendaciones a tener en cuenta antes de empezar a practicar yoga:
- Es conveniente tener el estómago vacío. Algunas prácticas pueden actuar sobre la digestión y causar molestias; además, para sacar el máximo provecho de la sesión de yoga es mejor tener todo nuestro flujo sanguíneo disponible. Si no nos es posible practicar en ayunas o acudimos a una clase por la tarde es recomendable que la última comida se haya realizado como mínimo una hora antes.
- Si se está tomando alguna medicación, se ha sufrido alguna lesión, operación, o se tiene la tensión arterial muy alta o muy baja, es importante que el profesor/a de yoga esté al corriente, ya que quizá hayan algunas prácticas que deban adaptarse para ser beneficiosas. Si se practica en casa hay que asegurarse de qué prácticas nos convienen y cuáles debemos evitar preguntando a un profesional (profesor/a) de confianza.
- La práctica será más beneficiosa cuanto más "espacio" interno tengamos disponible. Esto quiere decir, a un nivel físico, vaciar la vejiga y si es posible el intestino, e ir con ropa cómoda. Los primeros minutos de una clase suelen dedicarse a relajar el cuerpo y la mente. Es importante poner toda la intención en estos primeros minutos para que también la mente se encuentre lo más libre y disponible para la práctica.
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